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martes, 12 de octubre de 2010

Signos de Violencia Psicológica


Se suele manifestar como un largo proceso en donde la víctima no aprecia como el agresor bulnera sus derechos, como le falta al respeto, la humilla y la victima va progresivamente perdiendo la autoestima y seguridad en sí misma.

El inicio es variable, depende de las personas que configurarán la relación y de circunstancias diversas. Unos maltratadores comienzan en el noviazgo a dar muestras de señas de violencia psicológica, otros empiezan a mostrar algunos signos tras el embarazo del primer hijo o de repente sin haber una señal propiamente dicha la persona es otra para su pareja o los que le rodean.

En el caso de parejas hay una etapa de atracción o enamoramiento en la que la víctima no se da cuenta de ciertas señales que no pasarán desapercibidas para otros. Desde un control de la imagen, un sentido de posesión exagerado o ciertas señales que conviene hacer patentes para que la víctima no se vaya sumergiendo en una situación de caos e indefensión.

Casi todos reconocemos los insultos, las continuas comparaciones para descalificarnos, el tono de voz duro y desagradable, un volumen alto con el ejemplo clásico de los chillidos y gritos, la mirada fija, la risa sarcástica y sabemos distinguir una cara de asco cuando nos hablan. Estos signos a los que restamos importancia van provocando en nosotros malestar interno y profundo.

En las siguientes líneas se muestran ejemplos de esa comunicación que vulnera nuestros derechos básicos y qué a la larga merman nuestra autoestima:

Moralización: Es una forma sutil de control. La persona se cree dueña de la verdad abosoluta y juzga a los demás con su baremo, lo hace con palabras paternalistas.

Interrogar: La persona agresiva se dedica a preguntar en plan policiaco. Muchas veces esta el tema de los celos como tema de este tipo de preguntas. "¿Puedes darme una buena explicación por la qué entienda yo, que has llegado a las 17:45 y no a las 17:30 como quedamos?¿No te estarás viendo con ese?¿Qué?¿Es bueno en la cama?".

Imponer soluciones: El individuo toma la desición sin consultar a los demás miembros de la familia o pareja.

Despreciar: Menospreciar al otro individuo. "Eres una inútil, no haces nada".

Culpabilizar y hacerse la victima: Este fenómeno es muy corriente. El agresor proyecta su agresividad en la víctima y se percibe como inocente. "Ella me provoca, soy un hombre y debo responder así, si la pego o me enfado es porque me saca de mis casillas, ella se lo ha buscado. Es la verdadera culpable, además una paliza o qué la pongan en su sitio le viene bien".

Tranquilizar: La persona tras haber hecho algo malo, tiende a indicar qué la otra está nerviosa, qué no controla sus emociones y el le pide qué se tranquilize, demostrando lo buena persona qué es.

Retirarse:  Hay un tipo de agresividad que se caracteriza por la pasividad, por la falta de compromiso para arreglar la situación. "Me molesta verte así, me voy no sé cuándo volveré. No te molestes en esperarme, a lo mejor ni vengo en varios días". Se trata de una respuesta pasivo-agresiva muy difícil de rectificar en la persona que elude el conflicto. Imaginemos que hablamos sobre un tema importante y de golpe el otro sin dar una explicación.La agresividad verbal puede ser muy sutil o en cambio puede ser el típico repertorio de insultos. Se puede hablar de agresividad cuando la forma de hablar casi siempre es para desvalorizar al otro, no por un insulto aislado.

Es muy importante el apoyo de psicólogos especializados en temas de pareja, maltrato o victimiología.

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