Decisiones Inteligentes. En un best seller, en Estados Unidos, el psicólogo y escrito Dr. Daniel Goleman explica este nuevo descubrimiento. Su libro Inteligencia emocional, dice que ser inteligente no significa tener las mejores calificaciones, sino la habilidad de entender tus emociones y actuar de acuerdo con ellas, Pero no se trata de dejarte dominar por lo que sientes, sino de comprender tus impulsos emocionales y resistirlos. Esto implica, a futuro, obtener lo que deseas. Por ejemplo, muchas de nosotras desearíamos comer pastel y no subir de peso; y alguién con un buen CE reconocer que aunque el pastel se vea delicioso, le benefiaciará más no comerlo.
CE, MEJOR QUE CI. Ser capaz de seguir una dieta o de ahorrar dinero es un mejor indicador de tu capacidad para atraer el éxito, que un coeficiente intelectual (CI) elevado. Podrás ser la estudiante más brillante o las más aguda matemática, pero eso no te ayudará a llegar a la cima. Necesitas algo más. Ningún factor mágico, sino un alto puntaje en una escala diferente: La emocional. La inteligencia emocional es la habilidad para reconocer y entender lo que sientes, aprender a controlarlo,canalizarlo a beneficio propio. Entonces el seguir una dieta o ahorrar más del 20% de tu sueldo, muestra que tienen un buen coeficiente emocional. (CE). Sabes lo que quieres y lo que debes sacrificar, y que te beneficiará más a la larga su retrasas un poco tu satisfacción.
ESPERAR VALE LA PENA. Un experimento realizado en niños de cuatro años hace más de 35 años dio resultados que en esa época no se hubieran esperado. Se les dijo a los pequeños que podían comer un bombóm, pero si esperaban a que regresaran los investigadores, les darían dos bombones. Este estudio se realizó en 1960, y ha permitido hacer un seguimiento. Ya cuando los investigados estaban en la preparatoria, se descubrió que aquellos que esperaron por los dos bombones, retrasando la gratificación inmediata a cambio de una mayor recompensa, eran mucho más brillantes, adaptados socialmente, arrojados y populares. Mientras que los niños que tomaron el dulce en el momento resultaron ser menos comunicativos, malos estudiantes y con mayor tendencia a la frustración.
SIGUE LO QUE DESEAS. La clave para tener el control de nuestras emociones y hacerlas trabajar e beneficio propio es realmente simple: debes querer algo con vehemencia. Por ejemplo, dices "realmente quiero bajar de peso"; en lugar de decir"creo que debería bajar de peso", es mucho más fácil que logres tus objetivo, porque la palabra "quiero" pone énfasis en el centro de tus emociones y las activa. Los humanos estamos programados para actuar sobre nuestros sentimientos, no en los pensamientos racionales. Los mejores atletas hacen esto todo el tiempo: ser físicamente competentes no les es suficiente; deben desear algo para lograrlo, y tienen esa ventaja sobre los demás competidores.
NO BLOQUEES EL ÉXITO. La inteligencia emocional consiste en entrenar la mente para utilizar las emociones de manera constructiva. Así empleamos el lado racional y emotivo del cerebro. Ser emocionalmente inteligentes significa que podemos hacer un buen uso de nuestros sentimientos, sin dejar que éstos bloqueen el pensamiento lógico. Por ejemplo, nuestras emociones nos desgastan cuando nos preocupamos demasiado, porque se bloquea nuestra parte del cerebro que pudiera darnos una solución; así se reducen nuestras posibilidades de éxito. DECLARA: "Puedo pensar que algo no va a funcionar, pero yo quiero que funciones, y haré lo mejor posible para que suceda.
MENOS ES MÁS. La inteligencia emocional parece algo contradictorio: ser emocional es ser irracional, y ser inteligente es ser racional. La clave es tener respeto por ambos aspectos. El mundo suele valorar la lógica y el razonamiento, y devaluar los sentimientos. Pero un mayor énfasis en las llamadas habilidades sentimentales podría liberarnos para que sean aprovechadas y tengamos más logros en los ámbitos personal y profesional. Mucho sentimiento estorba el camino para alcanzar una vida plena. Y valorar poco los sentimientos dificulta la toma de decisiones: ¿Cómo puedes decidir qu´´e hacer es una cincunstancia en particular, si no sabes cómo te sientes al respecto? En todos los trayectos de la vida se nos brindan oportunidades de utilizar la inteligencia emocional para alcanzar resultados benéficos para nosotros mismos y para quienes nos rodean.
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